Esta es la pregunta más frecuente que recibo de mis alumnos cuando comienzan a configurar su primera secuencia de correos electrónicos:
“¿Cómo puedo evitar que mis correos lleguen a spam?”
Si tienes la preocupación de que tu comunicación pudiera estar cayendo en saco roto, en la tan temida o ignorada carpeta de spams, no puedes perderte esta transmisión.